Paraguay asume presidencia pro-témpore del Mercosur con importantes desafíos para el semestre
La 48ª cumbre presidencial del Mercosur, realizada en Brasilia los días 16 y 17 de julio, terminó en la tarde del viernes con varios llamados a la liberalización del comercio al interior del bloque y una mayor apertura comercial con el resto del mundo. Además, los miembros plenos del Mercosur, firmaron un nuevo protocolo para la adhesión plena de Bolivia y denunciaron intentos de desestabilización democrática en la región. En este contexto Brasil traspasó la presidencia pro témpore del bloque a Paraguay.
En su presentación en el plenario, Rousseff levantó las banderas de la democracia y la paz en América Latina. El mensaje de la mandataria se da en medio de un difícil momento político en Brasil, salpicado de recurrentes pedidos informales de destitución por juicio político. "No hay espacio para aventuras antidemocráticas en nuestra región", dijo en medio del visible respaldo de todos los presidentes presentes en la cumbre.
Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, solicitó al Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, "agilizar" el proceso de incorporación como miembro pleno del bloque, ya que el documento todavía deberá ser ratificado por los parlamentos de Paraguay, Bolivia y Brasil.
En materia de comercio, el Mercosur buscará reimpulsar su desarrollo interno, revisando en los próximos meses las trabas que lo entorpecen, con la mira puesta en ampliar su inserción internacional, un importante desafío para un bloque muy heterogéneo.
Durante los próximos 6 meses Paraguay asumió el desafío de trabajar conjuntamente con el resto de los países del bloque en la definición de las medidas arancelarias y no arancelarias a ser mantenidas, en el marco de un 'Plan de Acción' presentado por Paraguay y Uruguay, con el fin de eliminar las barreras comerciales que históricamente obstaculizan el intercambio entre los socios.
"Hay que garantizar el libre tránsito y la eliminación de restricciones no arancelarias a nuestros productos. Hay que eliminar barreras que impiden el comercio", enfatizó el presidente paraguayo Horacio Cartes.
El Mercosur sigue aún encorsetado por normas para-arancelarias, como la obligación de presentar declaraciones juradas para importar o exportar, o las licencias no automáticas, que en la práctica sirven para administrar el comercio, pero que han afectado su dinámica interna de intercambio.
La mandataria brasileña afirmó que "la búsqueda de nuevos mercados continuará siendo prioritaria para el Mercosur", señalando a su vez que el panorama económico que siguió a la crisis internacional de 2008 presenta nuevos desafíos.
"Seguiremos empeñados en consolidar la unión aduanera. Los efectos de la crisis generan desafíos para las economías de la región, por eso es importante que las reglas se mantengan flexibles", expresó refiriéndose a las negociaciones del bloque con el resto del mundo.
En la misma línea, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez reafirmó su postura crítica con el actual funcionamiento del bloque, que planea intercambiar propuestas a fines de este año con la Unión Europea (UE) para crear un área de libre comercio, un dilatado proceso que arrancó en 1999.
"El Mercosur ha sido, es y será lo que hemos sido, somos y seremos capaces de hacer. Si hoy no nos satisface es porque puede y debe ser mejor", declaró el mandatario, que resaltó de todas maneras la importancia de negociar unidos, en particular con la UE. "Podemos concretar este acuerdo y avanzar en otros, con distintos bloques regionales, bienvenidos sean. Los necesitamos", manifestó.
El encuentro reflotó las visiones disímiles que hay en el bloque, con Paraguay, Uruguay y Brasil por un lado, y Argentina y Venezuela por otro. Así, pese a los llamados de flexibilidad, no se aprobó ningún tipo de medida en ese sentido.
Los países miembros del Mercosur aprobaron mantener por un plazo de 10 años el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), como instrumento para el desarrollo de los países socios del bloque. Al respecto el presidente uruguayo afirmó: “Felizmente, para regocijo de todos nosotros, en atención a las asimetrías se ha aprobado nuevamente por un plazo de diez años con este importante proyecto para nuestros países y nuestros pueblos”.
Otra novedad del encuentro fue la inclusión de Guyana como miembro asociado al bloque. Esto aconteció en el marco del conflicto que este país mantiene con Venezuela, ante el reclamo del Esequibo, un territorio en disputa cuyos recursos petrolíferos son explotados unilateralmente por Guyana, infringiendo el Acuerdo de Ginebra firmado por las Naciones Unidas en 1966, que afirma que la localidad no puede explotarse al ser un espacio en disputa.
En esta ocasión también se ratificó el apoyo a Uruguay ante la injerencia de la industria multinacional del tabaco en la implementación de políticas de control de tabaco, al atentar contra el derecho soberano de los Estados a definir sus políticas de salud. Así mismo se repudió nuevamente el Decreto Ejecutivo de los Estados Unidos que declara a Venezuela una "amenaza” para la seguridad de ese país; y reiteraron el apoyo a Argentina en las disputas por la soberanía sobre las islas Malvinas Argentinas.
También se renovó el compromiso de continuar fortaleciendo la dimensión social del Mercosur en sus más variados aspectos: beneficiar y proteger la agricultura familiar y garantizar la soberanía de la tierra; mejorar la cooperación en materia de salud; cooperar en políticas contra la corrupción; trabajar juntos en desarrollo de tecnología; cooperar para combatir el tráfico y uso de armas de fuego; avanzar en temas de agenda migratoria. Se abogó por estrechar esfuerzos en protección de las personas ancianas, igualdad de derechos para los afrodecendientes e igualdad de género; reafirmando el papel fundamental de la cultura para el desarrollo pleno de los países.
También se recordó que en 2015 se cumplen 40 años de la creación del “Plan Cóndor”, articulación represiva organizada en el contexto de los regímenes de facto que asecharon la región, constituyendo el proceso de represión estatal coordinado más grave vivido por los países de América del Sur. En ese sentido, los mandatarios presentes condenaron firmemente los hechos acontecidos en esa etapa, reafirmando su compromiso por la preservación de la memoria, la búsqueda de la verdad y el imperio de la justicia, como parte indisoluble de nuestras democracias.
La cita contó con la presencia de los jefes de Estado de Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Venezuela, Bolivia, Guyana, y de altos representantes de Chile, Ecuador, Perú, Colombia y Surinam.
Acceda aquí al Comunicado Conjunto de los Estados Partes del Mercosur y Estados Asociados
Fuentes: prensa-latina.cu, swissinfo.ch, nodal.am